La Muy Ilustre Archicofradía de Ntra. Sra. de Monserrate, Patrona de Orihuela, llevó a cabo la realización de un altar eucarístico con motivo de la Solemnidad del Corpus Christi. Dentro de la línea de trabajo desarrollada por la entidad que tiene como titular a la Virgen de Monserrate y en colaboración estrecha con el Cabildo de la Santa Iglesia Catedral se colaboró en dar mayor esplendor a la Procesión de procesiones.
A primeras horas de la tarde, con un sol de justicia y rozando los 34 grados centígrados, miembros de la junta de gobierno, cofrades y amigos, como la familia Miravete-Giménez, se reunieron para iniciar el montaje del altar. La composición técnica y montaje de cortinas elevadas y reposteros con el anagrama de María fue tarea del cofrade y portador de la Virgen Carlos Mestre. Unas telas de terciopelo azul mariano sirvieron de telón de fondo. Tras ello se procedió a la limpieza y preparación de acera y asfalto para la ocupación de la vía pública, agradeciendo a la Policía Local su ayuda y servicio.
El altar fue concebido como una gran exposición que ocupó cinco metros de ancho por cuatro de alto. En el centro quedó ubicada la imagen de Ntra. Sra. De Monserrate venerada en la calle de la Mancebería. A ambos lados de ella se colocaron, de forma simétrica, cuatro ceroferarios de bronce de principios del siglo XX restaurados por la Archicofradía. Los cuatro quedaron muy lucidos con sus velas de cera natural y sus artísticos guardabrisas de cristal elaborado manualmente. Entre los juegos de ciriales y sobre unas columnas de madera barrocas se colocaron dos grandes centros de flores compuestos por lilium y rosas blancas. La Virgen fue colocada en una nube en madera tallada, dorada y plateada del siglo XVIII perteneciente al antiguo camarín de la Patrona de Orihuela. A los pies de la imagen monserratina dos centros alargados con multitud de flores pequeñas pusieron el detalle para terminar de componer el conjunto. La mesa de altar instalada quedó compuesta de una gran tela azul y sobre ella el mantel blanco. Cuatro candeleros, un misal latino con sus páginas abiertas con las oraciones de la Solemnidad propia del día y la custodia del siglo XVIII del ajuar del Santuario de la Virgen de Monserrate, sin olvidar las uvas y el pan ácimo, pusieron el toque eucarístico del monumento efímero.
El incienso no dejó de fluir hacia el cielo en toda la tarde y muchos fueron los que admiraron, se fotografiaron y guardaron para el recuerdo estos momentos. Muchos niños y niñas de comunión inmortalizaron el momento posando ante la Virgen de Monserrate.
Al paso de la procesión y con la llegada de la carroza del Santísimo Sacramento se hizo una estación donde se cantó “Christus Vincit, Christus Regnat, Christus Imperat” por parte del Coro Mixto de la Catedral y la Escolanía dirigidos por Santiago Casanova y Pilar Fabregat respectivamente. Tras ello se rezó la oración propia del día “… que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión…” por parte del Sr. Obispo y por último una petalada de flores para despedir al Santísimo Sacramento del Altar.
Muchos son los agradecimientos que desde la Archicofradía de Ntra. Sra. De Monserrate se hicieron: a Carlos Mestre y Manolo Fenoll por el montaje y preparativos técnicos, a los vecinos de la Calle de la Mancebería y Paco el “Espartero” por prestar a su querida imagen, al Cabildo de la Catedral por contar con esta entidad oriolana, al Rector del Santuario Rvdo. D. Eloy por su confianza, a Paco Chumillas por las flores y sus consejos, a Antonio Miravete y María Enrique Giménez y a toda la familia Miravete por prestar su casa para este emotivo acto, a Juan Cartagena por poner a disposición de la Archicofradía su vehículo para transportar enseres, a Mariano Torres por su disponibilidad, a Antonio García-Molina Cánovas por su amor a la Virgen, al Presidente por su templanza y al Vice-Presidente por sus nervios y a todos los que visitaron y rezaron ante la venerada imagen de nuestra Patrona y Reina.
